Esta apuesta está ganada,
Ya me lo dijo mi almohada,
Y es que tú, no sabes nada…
Yo sabía que te engañaba,
Que ella, contigo jugaba…
Mientras tú, la idolatrabas.
Pero tú lo decidiste,
Porque tú a ella, la elegiste,
Dejando a tu esposa triste.
Ahora ya tienes lo tuyo,
Pues dejaste el tierno arrullo,
Que un día tuviste en capullo,
Y que, hoy día, es mi orgullo.
2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario